Sufrimiento humano, todos nos hemos preguntado alguna vez por qué sucede, por qué sentimos tanto dolor y cuál es el motivo de que muchas veces nos hacen sufrir cosas que a los demás no y viceversa. La respuesta a estas preguntas no es sencilla ni se puede llegar a ella con afirmaciones como “porque sí”, “porque soy más sensible que el resto”, “porque me lo merezco” o “porque para ser feliz primero hay que saber lo que es el sufrimiento”. Entonces, para entender lo que es el sufrimiento humano debemos conocer cuál es su origen.
¿De donde surge el sufrimiento humano?, ¿Qué papel juega el lenguaje?
Para entenderlo debemos analizar algunos factores importantes que acompañan al sufrimiento humano, como lo es el lenguaje, el cual “surge en los humanos con el objetivo de ayudarnos a escapar del peligro y para organizar el control social” (Hayes et al., 1999; Skinner, 1986), el lenguaje nos ha proporcionado bienestar y nos ha protegido como especie de forma positiva a lo largo de los tiempos.
Sin embargo, también puede ser el causante del sufrimiento humano, al utilizarlo de forma inadecuada, por ejemplo con el autocastigo, generando malestar hacia sí mismos y/o limitando una acción con instrucciones mentales como “no soy capaz de solucionarlo”, entre muchos otros.
El significado de la palabra sufrimiento se ha establecido a nivel social como el sentimiento que surge al tener problemas, pensamientos negativos, inseguridades o estar tristes, y que esto demuestra que quien lo sufre está fuera de la norma o tiene una enfermedad mental.
La clasificación de los trastornos psicológicos como algo anormal, tratados desde el punto de vista biomédico, donde se considera que el mal funcionamiento del cerebro es el causante del dolor, han hecho que se le dé un valor muy negativo a sentirse mal cuando es lo natural, es decir que tenemos una lectura inapropiada del sufrimiento humano, lo que nos lleva a emitir conductas de evitación constantemente.
La realidad es que sentir tristeza o tener problemas y que surjan dudas, inseguridades o pensamientos negativos a lo largo de la vida es normal, pero al estar socialmente establecido que “tienes que estar bien” y que “el objetivo en la vida de los seres humanos es ser feliz” se evita el malestar y esto conlleva a un sufrimiento todavía mayor.
El lenguaje desde el punto de vista emocional
Las emociones o los pensamientos están basados en el lenguaje, ya que pensamos con palabras, esto es lo que se conoce como diálogo interno, las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos en nuestro pensamiento, el lenguaje es lo que nos permite explicar y poner en orden nuestros pensamientos.
Es por ello que una vez que identificamos el diálogo interno podemos responder a una experiencia de manera positiva o negativa, agradable o desagradable, y a pesar de que ambas respuestas o pensamientos sean normales y tengan una función, puede que no sean adaptativos lo que quiere decir que perjudican a la hora de resolver los problemas, generando una experiencia negativa.
Es importante destacar que las personas siempre van a intentar sentir emociones agradables y para ello se suele recurrir a evitar el dolor… ¿y cómo se hace eso? “creándose trampas, intentando pensar en lo positivo e intentando controlar el malestar, evitándolo en vez de aceptar esas emociones”, (Soriano, M. C. L., Blarrina, M. B. P., Salas, S. V., & Martínez, O. G., 2006) dándole un valor muy negativo al sentimiento de dolor, con la creencia de que sufrir es malo, cuando no es así, el sentimiento de malestar es parte del ser humano. Siempre nos han dicho “no llores” ¿por qué? ¿Por qué llorar es malo? eso es evitar el dolor.
Los principios de la ACT, TERAPIA DE ACEPTACION Y COMPROMISO (ACT), PRINCIPIOS. están basados en aprender a no evitar el sufrimiento humano, sino en aprender a gestionar lo que nos atañe cada día.
¿Y cómo influye el contexto en las respuestas del ser humano?
De acuerdo al lugar en el que nos encontramos nos comportamos de una manera u de otra y ello conlleva a acumular vivencias de formas distintas, si presentas una experiencia exitosa tendemos a repetirla y al contrario si es negativa la respuesta es de evitación.
Es aquí donde podemos identificar que el comportamiento es funcional, es decir, “la manera en la que nos comportamos o las respuestas que damos ante una situación tienen una función, sirven para algo”, (Páez-Blarrina, Marisa; Gutiérrez-Martínez, Olga; Valdivia-Salas, Sonsoles; Luciano-Soriano, Carmen, 2006) por lo que para entender por qué una persona se comporta como lo hace hay que recurrir a analizar el contexto en el que se encuentra, la experiencia a la que se está respondiendo con un comportamiento concreto.
El comportamiento puede ser observable, es una acción que puedes ver, como coger algo que se te ha caído del suelo o fregar los platos, o inobservable, es decir, una conducta o evento privado, lo que pasa dentro del individuo.
Como ya hemos señalado aprendemos a evitar estímulos negativos por la actividad verbal, la cuestión es aprender a discernir cómo manejar las situaciones complejas que se presentan en el día a día, con el fin de que nos ayude a avanzar por el camino de la vida y para ello, el autoconocimiento es una herramienta que nos puede facilitar el aprender a identificar las actuaciones del lenguaje y junto con ello detectar ataduras del pasado en el presente, ya que ello nos da una dirección importante para la persona.
Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso se propone una alternativa a la evitación
Ofreciéndole herramientas al paciente para que tenga un papel activo en el manejo de sus emociones, con el fin de mejorar su vida, siendo el objetivo final de la terapia. ¿Quieres conocer cómo se aplica esta terapia? nuestro equipo esta especializado en dicho tratamiento, con solo entrar en http://tuterapiapasicologicaonline.com empezaremos a trabajar.